Es la región típica y significativa de los vinos blancos de Castilla y León.

Su historia se remonta hasta el siglo XIV y hoy en día acoge a 29 bodegas ubicadas mayoritariamente en las provincias de Valladolid y Segovia. Ocupa una superficie de 6.000 hectáreas de viñedo, predominando la variedad Verdejo y repartiéndose por 72 municipios de las provincias de Valladolid y las colindantes Segovia y Ávila.

El alto grado de especialización alcanzado en la elaboración de vinos blancos, unido a la utilización de una variedad noble como la uva Verdejo, autóctona y cultivada exclusivamente en la comarca convierte a la DO Rueda en el emblema de los vinos blancos de España.


   

Hace más de 2000 años, los romanos introdujeron en España la vid y el vino y, con ello, toda una civilización que ha marcado la vida de los países mediterráneos hasta nuestros días.
La vida en común en torno a una plaza, el aprecio por la buena mesa y el buen vino son costumbres que se han
mantenido en España desde entonces.
 
Después de los romanos, otros pueblos se han instalado en España, enriqueciendo la cultura y la gastronomía de la península. Los árabes llegaron a Castilla en el siglo VII, trayendo la vid de la Uva blanca "Verdejo". Hoy, la variedad Verdejo se ha convertido en la uva predominante en la Denominación de Origen Rueda.
 
Tras el descubrimiento de América, la Corte Española alcanza su máximo esplendor y esto contribuye al gran desarrollo de la viticultura en la zona del río Duero, y especialmente en los entornos de Rueda. Es en esta época, cuando se construyen las galerías de lo que hoy son Bodegas Mocén.



Situada en una meseta alta de relieves suaves, la Denominación de Origen Rueda se extiende a lo largo de sus viñedos con amplias zonas pedregosas típicas del lugar. La influencia del río Duero, los largos inviernos con frecuentes heladas tardías y los veranos extremadamente secos y cálidos con noches frescas, son los factores que determinan la tipicidad de los vinos de Rueda.

La lluvia es escasa en Rueda. Se trata de 480mm anuales en un plazo medio de 83 días de lluvia al año. Este factor obliga a las vides a buscar los recursos hídricos subterráneos profundos, mucho más que en otras regiones europeas. 2.800 horas / año de sol permiten que las vides se desarrollen con una intensa actividad fotosintética, destinada en parte a formar y a madurar la uva.

La finca de Bodegas Mocén se ubican encuentra a 750m sobre el nivel del mar, se declara de influencia continental. De territorio fértil vitivinícola por excelencia de la tierra, formado por suelos aluviales con pequeñas piedras, arcilla y arenisca, que protegen a las temperaturas extremas y la forma de la vid proporciona la humedad necesaria para su desarrollo durante el verano. Hay 300 hectáreas de tierra plantada con las técnicas más modernas: Espaldera, el riego por goteo de alimentación, fertirrigación y la cosecha mecanizada, en un promedio que está vallado para su embellecimiento, y en el cuál, las variedades autóctonas de uvas se cultivan.